La música en todas sus variantes presenta numeroso beneficios en todas las edades, pero hay etapas en las que se muestra clave para desarrollar parámetros personales y cualidades.

La estimulación sonora en los bebes es muy positiva, incluso antes de nacer, pues ya a partir de las 24 semanas de embarazo, está más que demostrado que el feto ya recibe estímulos sonoros.

En la etapa que pretendemos trabajar en esta asignatura, de 0 a 3 años, la música mejora ya la capacidad de atención y estimula la memoria. Además, es capaz de transmitir emociones, así como mejorar las áreas del cerebro destinadas a la creatividad.

Es muy importante destacar, el vínculo que crearemos entre padres e hijos, pues las sesiones se realizarán conjuntamente.  Juntos, disfrutaremos mejorando la comprensión y la expresión del habla del bebe gracias a la repetición de sonido, la frecuencia de las notas musicales o la presencia del ritmo, que ayuda a que esas palabras que balbucean de manera aleatoria se encaucen hacia una mejor locución.

Además de todo esto, también trabajaremos la estimulación motriz y psicomotricidad, ayudando de esa manera al desarrollo espacial y motor del bebé.

Todo esto en un ambiente lúdico, donde padres e hijos disfrutarán de la música y sus beneficios en grupos no muy amplios, lo justo para que aprendan a trabajar en grupo y socializarse, pero también para que toda la atención recaiga sobre ellos.

En definitiva, lo que está claro, es que la música son emociones y sentimientos, y ellos podrán disfrutar de todo eso siempre de una manera muy positiva, trabajando todos los parámetros, tanto físicos como personales.